El futuro sobre el abasto de maíz amarillo para los sectores que lo utilizan como una de las materias primas relevantes, la reducción del uso de microbianos, así como el control y erradicación de la influenza aviar, son algunos de los retos planteados por expertos y asociados durante la última sesión plenaria del Consejo Nacional de Fabricantes de Alimentos Balanceados y de la Nutrición Animal (CONAFAB).
Los participantes coincidieron en la importancia de que todos los actores de la cadena de producción de proteína de origen animal, desde productores agrícolas, industria ganadera, comercializadores y proveedores, trabajen de forma coordinada y mejorar la comunicación.
Sobre las importaciones de maíz amarillo, una prioridad para la industria de alimentos balanceados es cuidar la calidad, seguridad e inocuidad de todas las materias primas que utilizamos, incluido el referido grano. Los cultivos transgénicos se producen legalmente desde 1996 y tienen una trayectoria de 26 años sin efectos adversos conocidos y verificados sobre la salud animal, humana o el medio ambiente. México tiene este tiempo importándolo y consumiéndolo, e impedirlo podría poner en riesgo el abasto de alimentos para la población.
En su oportunidad, Víctor Ochoa, presidente de CONAFAB, subrayó el papel de esta agroindustria, ya que por cada punto porcentual que crece su participación en el producto interno bruto (PIB) nacional, este se multiplica con beneficios económicos y sociales para las comunidades y el país.